¿Cómo funciona?

El uso de pistolas láser (LIDAR - Light Detection and Ranging) para combatir la velocidad está creciendo año tras año. Cada vez se investiga y se diseñan nuevos tipos de pistolas láser provocado por la gran demanda existente. La ventaja de estos equipos es su reducido tamaño y su versatilidad de uso en autopistas y autovías con muchos carriles y, además, por su funcionamiento hace casi inservibles los detectores de radar y láser.

Debido a que la señal láser es instantánea, los detectores de radar y láser son inutiles. Incluso aunque recibamos una alerta de que nos están apuntando con una pistola laser, ya es demasiado tarde. Todos los dispositivos láser pueden realizar la medición de velocidad en sólo 0,3 segundos. Así que, una vez recibamos el aviso de láser ya hemos sido multados.

La señal láser trabaja de manera muy diferente a la onda de radar. La pistola láser emite un rayo de luz láser que es muy estrecho y preciso. El operador de la pistola apunta a través de una mira telescópica como si de un francotirador se tratase y aprieta el gatillo, enviando el rayo laser contra el objetivo. Cuando este rayo incide sobre el vehículo se refleja y vuelve a la pistola mostrando al operador la velocidad del vehículo. Debido a la estrechez del rayo, las pistolas láser han de usarse sobre un trípode o sujetas por el operador y nunca pueden usarse en movimiento (siempre en estático).

La medición de velocidad se calcula controlando el tiempo que tarda el haz láser en llegar al obejtivo y rebotar. La pistola envía tres pulsos de luz láser en menos de 1 segundo y recibe 3 pulsos de luz láser reflejada. Calculando la diferencia de tiempo entre ellos (lo que el vehículo ha avanzado) calcula la velocidad que lleva.

Errores comunes

Tanto el operador de la pistola como la propia naturaleza de la luz láser contribuyen a la existencia de errores. Por ejemplo, las condiciones medioamnientales influyen en la propagación y reflexión de la luz láser. La lluvía, la niebla y la nieve pueden provocar falsas mediciones puesto que el rayo láser puede reflejarse en las gotas de agua. Del mismo modo puede ocurrir con las estructuras de las autovías (señales, paneles informativos) o incluso reflejos provocados por otros vehículos.

Como todo dispositivo electrónico complejo, se pueden presentar descalibraciones o fallos técnicos e incluso la mira telescópica puede estar desalineada y que el operador apunte a un coche y realmente calcule la velociedad de otro.

El uso del láser es más difícil y más sensible a las condiciones ambientales que el de un radar de microondas por lo que en la práctica no se puede usar todos los días del año.